Residencia para mayores Raiola O Horreo

He tenido la suerte de poder trabajar este verano en Raiola, realmente todos y todas, usuarios, geros y todo el equipo forman una gran familia de la cuál tuve el placer de formar parte de ella. Me han tratado genial y con mucho cariño tanto mis compañeros como los usuarios. Me llevo un buen recuerdo. Me gustó mucho tener la certeza y la tranquilidad de contar con residencias donde nuestros seres queridos estarán bien atendidos y bien cuidados. Y me encantó la empanada de manzana que hicieron los usuarios para la merienda y el cariño que le ponen al hacer las cosas: "Nena, non marches de aquí sin probrar a empanada" ... Son los mejores.

Cómo trabajadora destaco el trato humano y familiar que damos. Es un ambiente cordial, en el que tiene cabida la espontaneidad, el humor y la experiencia de nuestros mayores. Todo esto nos permite conocer y mejorar en nuestras actividades, ya sea dentro del centro como las realizadas al exterior.

Raiola….. para mi significa familia… mi abuela siempre me dijo…. "Nena elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida" y ahora entiendo el significado… en nuestras residencia no existe días complicados ya que todo el equipo estamos a una, siempre con una sonrisa y tendiendo todas nuestras manos para que se sientan acompañados y no solos. En todo momento estamos escuchando sus historias de vida y ellos siempre no lo devuelven con una sonrisa…. Saben que no solo somos auxiliares sino que somos hijas, nietas etc… no puedo estar más orgullosa de formar parte de esta pequeña familia

Mi impresión de lo poco que pude ver. La sala de visitas parece un trastero con muebles viejos, como si fueran regalados para deshacerse de ellos, el sofá se hunde, al igual que alguna silla. La distribución y decoracion no resulta nada nada acogedora. El comedor tampoco es acogedor, unas estanterías con termos, cajas.....mesas puestas sin armonía, ambiente frío. Nada parecido a un lugar hogareño y acogedor. En lo que pude tratar al personal me pareció atento y amable aunque no me gusta, y a muchos mayores tampoco, el "trato de condescendencia" que se usa actualmente con los viejos. Creo que a los mayores, en sus últimos años y fuera de su entorno, todo tenía que ser más parecido a un hogar. Espero que ésta opinión sirva para algo. Un saludo

Una residencia bien atendida. Con una ángel chilena de mirada dulce, de sonrisa franca, serena, dispuesta, atenta, inteligente, con un trato humano y una profunda comprensión del sufrimiento que excede cualquier expectativa que pudiéramos tener.

Es un sitio triste, muy triste. No existe personalización en cuidados y atención a los usuarios. No hay estímulos, animación y dinamización. Hasta el mobiliario es triste e incómodo. Se respira resignación. Los viejos molestan en la sociedad como si fuera una etapa por la que solo unos cuantos pasan, pero son un negocio floreciente. Las residencias son como los pisos. Escasas y caras. Poco personal y mal pagado. No existe ningún compromiso de calidad. La relación calidad/precio es menos cero. Y tampoco están encantados de escuchar. Existen usuarios privilegiados y otros no. Las residencias de ancianos, la mayoría, siempre puede haber excepciones son lugares deprimentes. Y puedo hablar de alguna. No especulo. Tengo algún conocimiento sobre como funcionan de manera general. Lo patético es que a las autoridades del sector les da exactamente igual como se gestionan. Y si protestas, te miran mal o te echan. Y que miren mal al familiar, es irrelevante. Pero que miren mal al usuario, es un problema. Insisto es triste y doloroso.

Para mí es un hogar multidisciplinar todos trabajamos con unas espetativas de ofrecer un cuidado integral y personalizado.para nuestros residentes