Residencia y Centro de Día CAI-Ozanam Oliver

Estupenda residencia. El personal super amable y muy profesional. No hubiera encontrado una residencia mejor. Gracias a todos por vuestra atención

Mi madre falleció en esta residencia, gracias a la encargada del comedor que pudo ser trasladada al hospital y pasar los 2 últimos días con sus hijos. El médico es nefasto, y deja mucho que desear.

Mi madre ha estado en esta residencia 5 años. El personal, de 10. Un trato hacia los residentes, con mucho cariño y mucha paciencia. Las instalaciones amplias, siempre limpias, y con mucha luminosidad, además de tener jardines para pasear con el buen tiempo. Me ha tocado varias veces entrar cerca de los horarios de comidas y cenas, y me hubiera quedado con ellos en más de una ocasión por lo apetitosas que se veían. Sólo tengo palabras de agradecimiento para todo el personal.

La residencia está muy bien. Instalaciones y habitaciones muy luminosas. Los abueletes están muy bien cuidados. He hablado con algunos de ellos y la única queja que tienen es la comida, que acaba siendo repetitiva y a veces un poco triste. Por lo demás están contentos.

Es una residencia pulcra con un trato magnífico y muy cariñoso a los internos. Sus instalaciones están muy bien teniendo una gran zona al aire libre con bancos para pasear y tomar el sol. Las instalaciones interiores igualmente muy bien, y se observa mucha limpieza y el trato de su personal con los internos y vistas excelente.

Mención especial a todo el personal que desprenden cariño a raudales. La opción de habitación individual creo que es la mejor ya que cuando es compartida tienes que congeniar muy bien con la otra persona para conseguir una buena convivencia. La mayoría de los residentes se quejan de la comida... No puedo opinar al no haber comido personalmente, solo expreso el comentario generalizado de los residentes. El jardín con buen tiempo está muy bien, biblioteca, sala de TV. Por pedir, ajustar un poquito el precio y mejorable el aparcamiento de coches para las visitas con árboles que dieran sombra.

Instalaciones buenisimas y el poco personal que hay encantadores pero la comida un desastre desde hace tiempo ya que no contiene lo necesario para los mayores, ni termos para un simple cafe con lo que llega frío a la mayoría.. mucha falta de personal que no pueden atender como se merecen a los mayores, no puede haber 1 sola persona para los desayunos con más de 40 ancianos esperando...mucha circulación de gente q no sabe ni poner un pañal...