Casa de Amparo de Zaragoza

La Casa de Amparo es una residencia para personas mayores en situación de dependencia. Es un majestuoso edificio construido en 1905 por Ricardo Magdalena en el solar de un antiguo convento del siglo XIV, el de los Dominicos de la Orden de Predicadores, destruido durante los Sitios de Zaragoza y del que sobrevivieron parte de sus instalaciones, como el refectorio y el dormitorio. Ha sido reformada por los arquitectos Regino Borobio, José Beltrán o José de Yarza. Tras estas, se han llevado a cabo múltiples rehabilitaciones, como la de 1980, con la que se modernizaron sus instalaciones.

Residencia para personas mayores es gestionado por el ayuntamiento de Zaragoza. El edificio tiene más de 800 años por lo que ha tenido múltiples usos, orfanato, hospital, colegio,... Sus muros rezuman historia viva

Bella arquitectura en ladrillo caravista de finales del siglo XIX. Actualmente es una residencia municipal. En navidades ponen uno de los mejores belenes de Zaragoza. Cada año introducen nuevos detalles, incluyendo figuras basadas en personas reales que trabajan o viven en la residencia. El de este año, como siempre, está muy trabajado, con fuentes, noria, acueducto, mercado con tiendas y artesanos, como un zapatero con una muestra de zapatos y bolsos. En lps caminos hay indicadores que ponen la distancia desde el lugar, Belén, a Jerusalén, Roma o el albergue de Zaragoza adyacente al lugar donde se encuentra el belén. En el centro, mezclados con las figuras tradicionales, están las de la médica, la enfermera, la auxiliar, voluntarios, ancianos residentes... y los dos trabajadores de mantenimiento que han montado el belén este año.

Casa de Amparo (1870-1906), en la calle de los Predicadores, 96, en el barrio de San Pablo, Zaragoza (Aragón). En 1871, se traslada la Casa de Amparo desde la Casa de la Misericordia (1850) donde nació. El primer pabellón fue edificado según proyecto (1870) del arquitecto municipal Segundo Díaz (+1874). Fue ampliado posteriormente y reformada su fachada según proyecto ecléctico historicista -regionalismo aragonés y mediterráneo y renacentista-, que siguen todos los subsiguientes arquitectos, y trabajos (1885-1906) del arquitecto zaragozano Ricardo Magdalena Tabuenca (1849-1910), arquitecto municipal, que es el verdadero artífice del edificio que vemos. Los dos últimos pabellones -norte y lateral- (1931-1935) los termina el arquitecto Marcelo Carqué. Sobre el solar del Convento de Santo Domingo (1260), destruído durante los Sitios de Zaragoza (1808-09) y del que sobrevivieron la iglesia, el refectorio y el dormitorio. Planta cuadrangular, sótano + 3 plantas, articulado en torno a 4 patios. Fachada principal simétrica con gran pórtico de entrada articulado mediante columnas y arcos, ventanas de arcos de medio punto en planta y primer piso y de óculos en el superior, alero de modillones quebrado por el frontón triangular que sustenta torrecilla con reloj y chapitel de fundición; de ladrillo prensado visto con zócalo de sillería de arenisca. Dos grandes patios centrales ajardinados. Iglesia de nave única. En 1940, según proyecto de los arquitectos Regino Borobio y José Beltrán, se remodela el interior y se restaura la Iglesia del Convento de los Predicadores. En 1947, los arquitectos José de Yarza y José Beltrán dirigen la obras de embellecimiento del vestíbulo. Rehabilitado (1980) como residencia geriátrica pública municipal (180 plazas). Reformado (2017-21). Propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza, que fue su fundador (1850), bajo gestión, desde 1871, de las monjas de la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Famoso es su belén de 40 m2.

Edificio construido en 1870, en el solar del antiguo Convento de Santo Domingo, por el arquitecto municipal Segundo Díaz, para acoger la sede de la antigua Casa de la Misericordia. Hasta 1940 se realizaron diferentes ampliaciones siguiendo los criterios legados por el arquitecto Ricardo Magdalena. La fachada principal está rematada sobre el pórtico con un frontón triangular sobre el que una torrecilla con reloj que sostiene un chapitel fundido. Fuente: zaragoza.es

Los abuelos son muy tiernos pero el personal, algunas personas no tienen empatía con ellos y con las nuevas compis ningún tipo de compañerismo. Allí se entra y se sale y te echan toda la faena encima que no te dejan respirar. Dirección es agradable pero las compañeras, no.

Gracias por la maravillosa atención hacia mi madre, soy carmen de Valencia y mi madre Chelo,no puedo nombrar a tod@s,solamente,,agradeceros de corazón el trabajo que hacéis en la residencia un gran abrazo para todos, desde el 1° al último.....